A través de un comunicado publicado en su sitio web oficial, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) explicó que las incautaciones ocurrieron en el área de San Luis, ciudad de Arizona que colinda con San Luis Río Colorado, Sonora.
El primer incidente ocurrió la tarde del 2 de septiembre, cuando agentes de la Patrulla Fronteriza se encontraron con una ciudadana estadounidense, de 16 años de edad, que pretendía ingresar a pie por el Puerto de San Luis a su país natal.
Los oficiales decidieron practicar una inspección más detallada, debido a que la joven había sido reportada como desaparecida. Fue en esta segunda revisión que encontraron un envoltorio adherido con cinta a su abdomen.
“El paquete contenía aproximadamente 1.63 kilogramos de pastillas de fentanilo azul, lo que equivale a unas 16 mil 200 píldoras”, refirió la autoridad fronteriza.
La noche del 3 de septiembre, apenas 29 horas después del primer hallazgo, elementos de la CBP percibieron a una familia que pretendía ingresar a territorio estadounidense a bordo de un automóvil Kia Sedán.
El vehículo era conducido por una mujer de 32 años, quien viajaba acompañada de sus dos hijos de nueve y 11 años de edad, todos de nacionalidad estadounidense.
“En la zona de inspección secundaria, los agentes de la CBP utilizaron tecnología no intrusiva para examinar el sedán, revelando anomalías en el interior de los cuatro neumáticos del vehículo. También acudió una unidad canina que alertó de la presencia de estupefacientes”, puede leerse en el informe oficial.
Al realizar una búsqueda profunda, los uniformados extrajeron ocho paquetes de narcóticos que estaban escondidos en las llantas. Cuatro de los bultos contenían en total 54 mil pastillas de fentanilo azul, mientras que los otros cuatro escondían poco más de cuatro kilogramos de metanfetamina.
Según las estimaciones oficiales, las drogas aseguradas en ambos operativos tenían un valor en las calles de 194 mil 400 dólares.
“Estos decomisos ponen en evidencia cómo las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas explotan a los niños como parte de su negocio”, aseguró Chris León, director de la CBP en el Puerto de Entrada de San Luis.
“Nuestros oficiales se mantienen vigilantes en la primera línea de Estados Unidos y están dedicados a mantener estas drogas mortales fuera de nuestras comunidades”, agregó el agente con más de dos décadas de experiencia en la institución.
La joven de 16 años fue puesta a disposición de la Oficina del Alguacil del Condado de Yuma, en Arizona, mientras que la mujer de 32 años fue entregada a agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, agencia adscrita al Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Respecto a los niños de nueve y 11 años, la CBP no brindó mayores detalles.
Publicado en Arizona, Frontera
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