En los tiempos de transición, los estribillos comienzan a tomar nueva forma como preludio de la inminente sucesión presidencial: ¡Es un honor estar con Claudia hoy!
Desde este antiguo poblado ferrocarrilero, sumergido en el corazón del Istmo de Tehuantepec, las fuerzas armadas también hicieron patente su adhesión a la nueva época. Al recibir a Claudia Sheinbaum, quien será la primera presidenta de México, mandos castrenses se refirieron a ella como su futura comandanta suprema.
Escenario de innumerables episodios de la historia nacional, la región istmeña fue ayer el destino para el inicio del segundo recorrido conjunto por el país que realizan el presidente Andrés Manuel López Obrador y su virtual sucesora, tras el abultado triunfo en la elección del pasado día 2.
La inédita transición continuó su avance en territorio –como ha recomendado el propio López Obrador– y ayer tocó subirse al tren del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Los dos personajes que hoy concentran los reflectores en el país viajaron desde la estación de Jáltipan, Veracruz, a la terminal de Salina Cruz, Oaxaca, aunque antes hicieron una escala en Matías Romero.
En la histórica estación de esta comunidad –donde se resguarda la mítica locomotora de vapor 535, como reliquia de la tradición ferrocarrilera del pueblo–, Sheinbaum se comprometió a seguir con el avance de la Cuarta Transformación y consolidar el corredor interoceánico.
Hoy vengo aquí a comprometerme con ustedes, a decirles que no sólo vamos a guardar el legado del presidente López Obrador, sino a regresar aquí a inaugurar estas grandes obras, y el mejor legado que puede haber es continuar y avanzar con la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
El mandatario destacó que, por fortuna, el pueblo es sabio y supo decidir que continúe la transformación. Con este paso, consideró, se evitó la tentación de poner en riesgo la permanencia de los programas de Bienestar, en caso de que la oposición hubiera ganado en los pasados comicios.
Dedicó el proyecto del istmo al histórico líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo, nacido en El Espinal, Oaxaca.
A su arribo a este emblemático punto del recorrido, que conecta por vía férrea el Pacífico con el Golfo de México, ambos fueron recibidos con vítores y algarabía por cientos de personas que se dieron cita para testificar el inédito acto. No así el gobernador Salomón Jara, a quien, a pesar de ser morenista, abuchearon como si se tratara de un mandatario priísta o panista cualquiera.
En el mitin, el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, y el almirante Raymundo Morales, director del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, recibieron a Sheinbaum como presidenta electa de México y futura comandanta suprema de las fuerzas armadas.
Se trata de la primera visita conjunta del Ejecutivo saliente y quien será la primera mandataria del país a una región en la que López Obrador puso especial énfasis a lo largo de su mandato, que concluirá en poco más de tres meses.
En el caso del Istmo, el proyecto era esencial, pues se trata del territorio más estrecho de América del Norte, política, económica y geográficamente estratégico para conectar el Pacífico con el Atlántico, lo que resulta central en épocas del poderío asiático, a fin de enlazar el comercio desde Asia hacia Occidente, en especial con la costa este de Estados Unidos.
A lo largo del recorrido por la región –que incluyó una visita a la refinería Lázaro Cárdenas, en Minatitlán, Veracruz, para supervisar los avances en la política de refinación que se retomó en este sexenio–, López Obrador refrendó que la calle, el mitin y el contacto con la gente son su elemento. Curtido en terracería, como él dice, se dejó querer por el pueblo: recibió peticiones, escuchó voces, estrechó manos, posó para la foto y una que otra vez lo despeinaron aquellos que ansiaban tocarlo.
Sheinbaum hizo lo propio; desde que aterrizó por la mañana en Minatitlán, en el extremo del Istmo, en el Golfo, mostró su emoción por el cariño de la gente que se dio cita para recibirla y de quienes se tomaron un tiempo para verla pasar al lado del Presidente en los diversos puntos que ayer visitaron.
¡Presidenta, presidenta!, eran las voces a lo largo de su andar, que se combinaron con el ya conocido ¡Es un honor estar con Obrador!, el cual de inmediato se transformaba en el nuevo ¡Es un honor estar con Claudia hoy!
Contundente, Claudio Reyes, artesano de San Lorenzo Tenochtitlan –donde nació la cultura madre, la olmeca–, hizo su propia valoración de lo sucedido en la jornada del 2 de junio: Claudia tuvo más apoyo (votos) porque fue un regalo que el pueblo le dio a Andrés Manuel por el buen trabajo que ha hecho.
La gira de este fin de semana continuará hoy con visitas al puerto de Salina Cruz y Huatulco, para verificar el avance de los apoyos a los damnificados del huracán Agatha, que azotó las costas de Oaxaca en mayo de 2022, y a verificar caminos artesanales en comunidades del estado.
En la mañanera, el Presidente confirmó que aún tendrá siete giras más junto a Sheinbaum los siguientes fines de semana, que incluirán visitas al Tren Maya, Baja California y Sonora.